Descubren tumores en ratas alimentadas con maíz transgénico
El grupo de expertos favorables a los organismos genéticamente modificados (OGM) aseguró que hasta ahora ningún estudio reveló efectos tóxicos en animales. «Existen numerosos estudios toxicológicos que evaluaron los efectos a largo plazo de los OGM en la salud de los animales. Estos estudios realizados con ratas, pero también con otros animales, por parte de investigadores de distintos horizontes, nunca revelaron efectos tóxicos», dijo la Asociación Francesa de Biotecnologías Vegetales (Afbv).
Un estudio francés publicado este miércoles en la revista internacional ‘Food and Chemical Toxicology’ asegura que las ratas alimentadas con maíz transgénico mueren antes y sufren cáncer con más frecuencia que las demás, unos resultados «alarmantes», según sus autores. Sin embargo, según la Afbv, el estudio dirigido por Gilles-Eric Seralini, profesor en la Universidad de Caen (Norte), «no es el primero en evaluar los efectos a largo plazo de los OGM en la salud», contradiciendo el informe que asegura que sí es el primero en el mundo en hacerlo.
La Afbv, que dijo tener a disposición del público «la lista de esos estudios (…) para los que deseen tener información diversificada», indicó que esperaría los detalles del estudio dirigido por Seralini para pronunciarse.
TUMORES EN RATAS QUE COMIERON MAÍZ TRANSGÉNICO
El controvertido estudio revelado este miércoles fue realizado por franceses que anteriormente han sido críticos de los alimentos genéticamente modificados. Los tumores fueron detectados en roedores alimentados durante toda su vida con maíz transgénico de Monsanto o expuesto a su fertilizante más vendido, Roundup. Los animales sufrieron tumores y daños múltiples en sus órganos, según el estudio publicado este miércoles. Aunque el principal investigador del trabajo haya sido crítico en el pasado con la industria, lo que puede hacer que otros expertos se muestren cautos a la hora de sacar conclusiones apresuradas, los resultados generarán controversia sobre este tipo de cultivos.
En una iniciativa poco habitual, el grupo investigador no permitió a los periodistas pedir comentarios externos antes de su publicación en la revista profesional Food and Chemical Toxicology y de su presentación en una rueda de prensa en Londres. Gilles-Eric Seralini, de la Universidad de Caen, y sus colegas, dijeron que las ratas alimentadas con una dieta que contenía NK603 -una variedad de semillas modificadas genéticamente para tolerar las dosis de Roundup- o a las que se dio agua que contenía niveles de este químico permitido en Estados Unidos habían muerto antes que las que siguieron una dieta normal.
Los animales bajo dieta genéticamente modificada sufrieron tumores mamarios, así como daños severos en hígados y riñones. Los investigadores dijeron que el 50 por ciento de los machos y el 70 por ciento de las hembras murieron de forma prematura, frente a sólo el 30 por ciento y el 20 por ciento en el grupo de control.
Seralini formó parte de un equipo que expresó temores sobre la seguridad basándose en un estudio en ratas de menor duración publicado en diciembre del 2009 en una revista científica, pero este lleva las cosas un paso más allá al seguir a los animales a lo largo de su ciclo vital, de dos años.
Monsanto dijo en ese momento que los científicos franceses habían alcanzado «conclusiones no corroboradas». Seralini cree que sus últimos estudios en ratas aportan un punto de vista más realista y mejor documentado sobre los riesgos que los ensayos de alimentación durante 90 días que forman la base de las aprobaciones de cultivos modificados, ya que tres meses es sólo el equivalente de la primera fase de la edad adulta en ratas.
Monsanto no estuvo inmediatamente disponible para comentarios, pero el grupo ha dicho en el pasado que sus productos son seguros y que no hay evidencias creíbles de riesgos para la salud de humanos o animales derivados del consumo de cultivos transgénicos.
Fuente: Portafolio.com – AFP y REUTERS
por eso no como comida transgenica!!
Qué va a afirmar la EFSA ante la presión de esta multinacional (y otras multinacionales) como es Monsanto; simplemente no muerde la mano de quien generosamente riega con dinero a empresarios y politicos europeos.
Por otra parte, no veo que los errores que especifica sean de especial gravedad, toda vez que son fundamentalmetne metodológicos los que cita: «La agencia europea enumera las omisiones que los expertos de los seis estados miembros identificaron en la metodología del estudio, entre ellas objetivos de estudio poco claros, un número poco elevado de ratas utilizadas en cada grupo de tratamiento, falta de detalles sobre la alimentación y el tratamiento de los animales o ausencia de datos estadísticos claves». Y se olvidan de aquellos otros argumentos de fondo, que son los especialmente relevantes para cuestionarse la seguridad y salubridad de tales productos.
Como siempre son muchas las lagunas en todas estas cuestiones y no siempre como se nos quiere hacer creer, las cosas están tan claras. Un gran porcentaje de la población desconoce en buena medida todo lo relativo a la naturaleza y consecuencias de estos productos, como también de otros elementos artificiales que se incorporan a nuestro vida diaria (cosméticos, productos de limpieza, ropa, colorantes, farmacia, etc).
Con todo, cabe indicar que los estudios efectuados en relación con determinados productos transgénicos o no, o con aquellos elementos artificiales que incorporamos a nuestro organismo directa o indirectamente, ni son suficientes ni en número (o en el número de individuos y variedad de los mismos) ni en el tiempo (por ejemplo observando sus resultados a largo plazo), como también cabe cuestionarse si la utilización de animales -por motivos éticos o ecónomicos, etc que no dudo- permite extrapolar su validez en todos los casos, o incluso en aquellos admitidos (incluso en estos ¿es incuestionable?), a la especie humana (al margen de que compartamos se nos dirá seguramente, un amplio patrimonio genético con estas especies sujetas a experimentación con estos productos a los que me refiero). Es decir, ¿cabe cuestionarse tales protocolos y su validez?. ¿Hay lagunas serias en la metolodogia de experimentación que pueda conducir a un replanteamiento de la misma en todos o algunos de sus aspectos?.
Y por último, ¿se ha aprobado (esto es, se han dado casos, y si éstos son suficientes) por parte de dichas agencias de verificación (EFSA, FDA, etc.) siempre y en todos los casos el consumo o la aplicación de determinados productos o elementos artificiales sin haber estado garantizada suficientemente, ni como digo el tiempo de experimentación para verificar posibles consecuencias en humanos, en el número de tales estudios, etc.?.
Por cierto una cosa que no veo en España es el etiquetaje que muchos defensores afirman que sí existe, en los productos que consumimos advirtiendo de su naturaleza transgénica.
Yo al menos jamás lo he visto, ni en un Mercadona, Alcampo, Carrefour, etc.